martes, 24 de noviembre de 2009

ETICA DEL AMOR
El conocimiento y el Lenguaje

-Las reflexiones epistemológicas surgen de plantearse la pregunta ¿cómo es que conocemos? Los seres humanos somos lo que somos en el serlo, es decir, somos humanos en el lenguaje, y al serlo, lo somos haciendo reflexiones sobre lo que nos sucede. Si no estamos en el lenguaje no hay reflexión, no hay discurso, no decimos nada, simplemente somos sin serlo hasta que reflexionamos sobre el ser.
-Las reflexiones biológicas se presentan cuando nos preguntamos acerca de algo que está por fuera del lenguaje, algo biológico como por ejemplo la digestión o el lenguaje. Comemos y la digestión se hace. La digestión surge al distinguirla al igual que el lenguaje. En estas circunstancias hay dos actitudes posibles frente al conocer: o aceptamos nuestra capacidad de conocer como una condición dada, o se pregunta cómo es que conocemos.

El explicar y la experiencia


-En nuestra descripción de lo que nos sucede juntamos el explicar con la experiencia que queremos explicar.
-Si separamos la explicación de la experiencia que quiero explicar, surgen dos situaciones: en una se desestima la pregunta que pide explicar el origen de las propiedades del observador; en la otra se aceptan.
-Explicar es siempre proponer una reformulación de la experiencia por explicar en una forma que resulta aceptable para el observador.
-El que escucha es el que constituye a una reformulación de la experiencia como explicación al aceptarla como tal.
-Ninguna proposición explicativa es una explicación en sí; la explicación la constituye la aceptación del observador, y el observador a su vez, aceptará o rechazará de manera inconsciente.

La objetividad entre y sin paréntesis

Objetividad sin paréntesis: camino que afirma explícita o implícitamente nuestras capacidades cognoscitivas como constitutivas de nuestro ser.
Escuchar una respuesta explicativa cuando uno no asume la pregunta por el origen de las habilidades del observador, equivale a escuchar esperando oír una referencia a una realidad independiente de uno, para aceptar como explicación la reformulación presentada como respuesta a una pregunta que pide explicación. Actuamos como si lo que decimos fuese válido en función de su referencia a algo que es independiente de nosotros. Operamos aceptando que existe una realidad trascendente que valida nuestro conocer y explicar, y que la universalidad del conocimiento se funda en tal objetividad.
Objetividad entre paréntesis: conciencia de no poder distinguir entre ilusión y percepción en el proceso de explicar. No se puede pretender tener la capacidad de hacer referencia a una realidad independiente de uno y hacerse cargo de ello en el intento de entender lo que pasa con los fenómenos del conocimiento, del lenguaje y sociales, no usando referencia alguna a una realidad independiente del observador para validar mi explicación. Al aceptar la pregunta por el origen de nuestra capacidad de observar, la biología adquiere presencia. Depende de nosotros el aceptar o no una cierta reformulación de la experiencia por explicar como explicación de ella, según un criterio de aceptación que nosotros tenemos en nuestro escuchar y por lo tanto, que la validez de las explicaciones que aceptamos se configura en nuestra aceptación y no de manera independiente de ella.


Objetividad y Relaciones Humanas

Cuando uno está en el camino explicativo de la objetividad sin paréntesis las relaciones humanas no ocurren en la aceptación mutua. El que no está con uno, está en contra. En la negación del otro se es siempre irresponsable, pues es la “realidad” la que lo niega, no nosotros.
En el camino explicativo de la objetividad entre paréntesis nadie está intrínsicamente equivocado por operar en un dominio de realidad distinto del que yo prefiero. Toda negación del otro, en este camino, es una negación responsable, pues ésta no se puede justificar con referencia a una realidad o verdad trascendente, sino que sólo se puede justificar desde las preferencias del que niega.

Racionalidad y Emociones


-Todos los sistemas racionales se fundan en premisas fundamentales aceptadas a priori. Si la biología se altera, se altera el razonar; más aún, si cambiamos de dominio emocional, cambia nuestro razonar.
-La aceptación a priori de las premisas que constituyen un dominio racional pertenece al dominio de la emoción y no al dominio de la razón.
Cuando nos encontramos en una conversación supuestamente racional, se producen dos tipos de discrepancias que se diferencian por las clases de emociones que surgen en ellas. Estas son:
-discrepancias lógicas, que surgen cuando uno de los participantes en la conversación comete un error en la aplicación de las coherencias operacionales que definen al dominio racional en que ésta se da.
discrepancias ideológicas, que surgen cuando los participantes en la conversación arguyen desde distintos dominios racionales como si estuviesen en el mismo.
-Todo sistema racional se constituye como un constructo coherente a partir de la aplicación recurrente y recursiva de premisas fundamentales en el dominio operacional que esas premisas especifican, y de acuerdo a las regularidades operacionales que ellas implican.
Todo sistema racional tiene un fundamento emocional.

Corporalidad

-En el camino explicativo de la objetividad sin paréntesis, nuestro cuerpo nos aparece como un instrumento de expresión de esa propiedad y también como una limitación en la expresión de ella. Éste nos impone limitaciones en al expresión de nuestro ser racional trascendente.
-En el camino de la objetividad entre paréntesis, nuestra corporalidad nos constituye y no nos limita, sino que posibilita. Nos damos cuenta de que es a través de nuestra realización como seres vivos, que somos seres conscientes que existen en el lenguaje.
-En el camino explicativo de la objetividad sin paréntesis, existe una realidad objetiva que aceptamos poder señalar, y que usamos como referencia para validar nuestro explicar. Cualquier afirmación no validada en referencia a la realidad objetiva es un error o una ilusión, porque trata como real algo falso.En el camino explicativo de la objetividad entre paréntesis, la indistinguibilidad experiencial entre ilusión y percepción es una condición constitutiva del observador, no una limitación o falla de su operar. Por esto, al aceptar esta condición como una condición constitutiva, nos damos cuenta de que hay múltiples dominios de realidad, cada uno constituido como un dominio explicativo definido como dominio particular de coherentes experienciales.

Lenguaje y acción

-El símbolo no es primario y para operar con símbolos necesitamos estar ya en lenguaje.
-El lenguaje se constituye cuando se incorpora al vivir, como modo de vivir, cuando las coordinaciones conductuales son consensuales.
-Toda interacción implica un encuentro estructural entre los que interactúan, y todo encuentro estructural resulta en el desencadenamiento de un cambio estructural entre los participantes del encuentro.
-El aprender tiene que ver con los cambios estructurales que ocurren en nosotros de manera contingente a la historia de nuestras interacciones.
-Organismo y medio se asignan mutuamente cambios estructurales bajo los cuales permanecen recíprocamente congruentes, de modo que cada uno se desliza en el encuentro con el otro siguiendo las dimensiones en que conservan organización y adaptación.
-Somos como somos en congruencia con nuestro medio y que nuestro medio es como es en congruencia con nosotros, y cuando esta congruencia se pierde, no somos.
-Nada externo a nosotros puede especificar lo que nos pasa. Cada vez que hay un encuentro, lo que nos pasa depende de nosotros.
-Cuando estamos en interacciones recurrentes en la convivencia, cambiamos de manera congruente con nuestra circunstancia, con el medio y en un sentido estricto nada es azaroso.
-Nada de lo que hacemos o pensamos es trivial ni irrelevante, porque todo lo que hacemos tiene consecuencias en el dominio de cambios estructurales a que pertenecemos.

Emociones e interacciones humanas: EL AMOR


-Para que haya historia de interacciones recurrentes tiene que haber una emoción que constituya las conductas que resultan de éstas.
Hay dos emociones prelenguaje que hacen eso posible. Estas son el rechazo y el amor.
-El rechazo constituye el espacio de conductas que niegan al otro como legítimo otro en la convivencia.
-El amor constituye el espacio de conductas que aceptan al otro como legítimo otro en la convivencia.
-El rechazo constituye un espacio de interacciones recurrentes que culmina en la separación.
-El amor constituye un espacio de interacciones recurrentes que se amplía y puede estabilizarse como tal.
-El amor constituye un espacio de interacciones recurrentes en el que se abre un espacio de convivencia donde pueden darse las coordinaciones conductuales de coordinaciones conductuales consensuales que constituyen el lenguaje de funda lo humano, y es por esto que el amor es la emoción fundamental en la historia del linaje homínido al que pertenecemos.
-El amor es un fenómeno biológico tan básico y cotidiano en lo humano, que frecuentemente lo negamos culturalmente creando límites en la legitimidad de la convivencia en función de otras emociones.
-En la medida en que distintas emociones constituyen dominios de acciones diferentes, habrá distintas clases de relaciones humanas según la emoción que las sustente, y habrá que mirar a las emociones para distinguir los distintos tipos de relaciones humanas, ya que éstas las definen.

Relaciones sociales y no sociales
-Las relaciones de trabajo no son relaciones sociales porque ellas se fundan en el compromiso de cumplir con una tarea, y en ellas, el cumplimiento de la tarea es lo único que importa.
-Las relaciones humanas que no se fundan en la aceptación del otro como un legítimo otro en la convivencia, no son relaciones sociales.
-Las relaciones jerárquicas no son relaciones sociales, pues se fundan en la negación mutua implícita, en la exigencia de obediencia y entrega de poder que traen consigo.
-Sin acciones de aceptación mutua no somos sociales. En el marco de las relaciones sociales no caben los sistemas legales, porque las relaciones humanas se dan en la aceptación mutua y por lo tanto, en el respeto mutuo.

Ética

-La preocupación ética como preocupación por las consecuencias que nuestras acciones tienen sobre el otro, es un fenómeno que tiene que ver con la aceptación del otro y pertenece al dominio del amor.
-La ética no tiene un fundamento racional sino emocional.
-Hay que crear sistemas legales que definan las relaciones entre sistemas humanos distintos desde la configuración de un pensar social capaz de abarcar a todos los seres humanos.
-No hay un buen entendimiento del fenómeno de convivencia y de la historia de los fenómenos políticos, si uno no entiende la naturaleza de lo social y lo ético en el ámbito de su fundación emocional.

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