miércoles, 25 de noviembre de 2009

FUNDACION UNIVERSITARIA MONSERRATE
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES- ECONOMICAS
PROGRAMA TRABAJO SOCIAL
ASESORIA FAMILIAR
III SEMESTRE
LEIDY MAYERLY REYES
DOCENTE:
LUZ ESNEY CARDOZO
LINEA DEL TEIMPO
INCIDENCIAS:
1.Nacimiento de nicolas
2.Enfermedad
3.Cuando mi papa se enfermo
4.Cuando entre ala universidad
5.Cuando mi hermana se caso

martes, 24 de noviembre de 2009

APGAR


















ECOMAPA







GENOGRAMA

Problematica : Una mala comunicacion con mi mamà.

Tipos de comunicacion:
comunicacion verbal y no verbal

Tipologia:
familia nuclear
Modelos de comunicacion:
- Aplacador: tratto de hacer lo que mi mama me dice para que no se ponga brava.
-culpador: mi mama porque me dice que yo soy una desagradecida cuando no salen las cosas como ella quiere.
Sintactica: abarca los problemas relativos ala informacion ala trasmision, se refiere a los problemas de codificacion, canales y capacidad de ruido.

Semantica:
se refiere al sentido de interpretacion de un determinado simbolo, palabra o expresion.

pragmatica:
significa accion y quiere decir como influye la practica comunicativa de la condcuta en el otro.

axiomas:

1. Es imposible no comunicarse
2.Toda cominucacion tiene un asoecto de contenido y de relaciones
3.PuntUacion de la secuencia de hechos
4.Comunicacion digital y analogica

TEORÍA DE LA COMUNICACIÓN DE WATZLAWICK



La Sintáctica

corresponde al análisis de la relación existente entre los distintos símbolos o signos del lenguaje.
La Semántica

es el estudio de la relación entre los signos y su significado.
La Pragmática

la disciplina que estudia la relación entre tales signos y los contextos o circunstancias en que los usuarios usan tales signos.
Redundancia

Cuando la comunicación se repite, se establece una pauta. Cuando empezamos a habituarnos a una pauta de repetición, podemos comenzar a predecirla. Un gesto aislado no significa nada, empieza a tener significación con la repetición a través de la cual se va transformando en hábito.
En la redundancia contamos con un monto elevado de conocimientos que nos permiten predecir la conducta. (al tener conocimientos, vamos a poder
predecir lo que vendrá, sé qué esperar del otro).
Metacomunicación

Es la comunicación que habla acerca de la comunicación misma. Es cuestionarse lo que dijo la otra persona. Se refiere a como tengo que entender lo que me están diciendo, como debo interpretar el contenido en funcion de la relación que tengo con la otra persona
.
Cuando no entiendo mucho el significado de algo, es aclarar el sentido de cómo tengo que interpretarlo, en base a mi relaciona con el otro.
Ej.: Te mato (un ladrón con un cuchillo en la mano) / Te mato (un amigo). No es lo mismo.


Axiomas de la Comunicación

1. La Imposibilidad de no Comunicarse: No hay nada que sea lo contrario de conducta. En otras palabras, no hay no-conducta, es imposible no comportarse. Por mucho que uno lo intente, no puede dejar de comunicar. Actividad o inactividad, palabras o silencio, tienen siempre valor de mensaje: influyen sobre los demás, quienes a su vez, no pueden dejar de responder a tales comunicaciones, y por ende, también comunican.
Por lo tanto, es imposible no comunicarse, ya que debo comunicar que NO quiero comunicar.
Axioma: "Es imposible no Comunicar"
2. Los Niveles de Contenido y relaciones de la Comunicación: Una comunicación no solo transmite información sino que al mismo tiempo, impone conductas.
Toda Comunicación significa algo: contenido
Toda Comunicación se establece entre dos partes: relacional
Mi comunicación con el comunicante me dice como debo entender el contenido de la comunicación, es decir, que para entender el contenido de una comunicación, debo entender la relación de los comunicantes.
Metacomunicacion: La comunicación entre los comunicantes nos dice como debemos entender esa comunicación. Ej.: si una mujer le pregunta a otra que lleva un collar, si son perlas autenticas, el contenido de su pregunta es el pedido de información acerca de un objeto. Pero al mismo tiempo también proporciona su definición de relación entre ambas. La forma en que pregunta, indicaría una relación amistosa, competitiva, etc.
Axioma: "Toda comunicación tiene un aspecto de contenido y un aspecto relacional tales que el segundo califica al primero, y es por ende una metacomunicación".
3. La Puntuación de la Secuencia de Hechos:

Otra característica básica de la comunicación es la interacción, es decir, el intercambio de mensajes entre los comunicantes.
La falta de acuerdo con respecto a la manera de puntuar la secuencia de hechos es la causa de incontables conflictos en las relaciones. Supongamos que una pareja tiene un problema marital. Sus discusiones son: "me retraigo porque me regañas" y "te regaño porque te retraes". El marido dice que su retraimiento es una defensa contra los constantes regaños de su mujer, mientras que ella dirá que lo critica debido a su pasividad.
El problema radica en su incapacidad para metacomunicarse acerca de su respectiva manera de pautar su interacción.
Axioma: Toda comunicación se establece según una secuencia de puntuación. Siempre en cualquier comunicación hay una aceptación de la puntuación, es decir quien comienza la comunicación. (Ej.: se sabe que en un final la profesora comienza preguntando y los alumnos responden luego).
4. Comunicación Digital y Analógica:

En toda comunicación humana es posible referirse a los objetos de dos maneras totalmente distintas. Estos dos tipos de comunicaciones se llaman analógicas y digitales.
La Comunicación Analógica es todo lo que sea comunicación no verbal, pero esto se presta a confusiones ya que solo se lo limita a movimientos corporales, pero el término incluye también las posturas, las miradas, estados de ánimos, etc.
La Comunicación Digital son códigos que le corresponden una significación (todo lo verbal).
Si recordamos que toda comunicación tiene un aspecto de contenido y uno relacional, el aspecto relativo al contenido se transmite de forma digital, mientras que el aspecto relativo a la relación, se transmite de forma analógica.
Axioma: Los seres humanos se comunican tanto analógica como digitalmente. El lenguaje digital cuenta con una sintaxis lógica compleja, pero carece de una semántica adecuada. El lenguaje analógico posee una semántica pero no una sintaxis adecuada.
5. Interacción Simétrica y Complementaria:

La relación simétrica y complementaria son relaciones basadas en la igualdad o en la diferencia.
En la Simetría, los participantes tienden a igualar su conducta reciproca y así su interacción puede considerarse simétrica (una relación entre hermanos).
En la Complementaria, la conducta de uno de los participantes complementa la del otro (padre – hijo).
La interacción simétrica se caracteriza por la igualdad, mientras que la interacción complementaria esta basada en las diferencias.
En la relación complementaria ninguno de los participantes impone al otro este tipo de relación, sino que cada uno se comporta de una manera que presupone la conducta del otro.
Axioma: Todos los intercambios comunicacionales son simétricos o complementarios, según estén basados en la igualdad o en la diferencia.


COMUNICACIÒN



¿Qué es Comunicación?

La interacción entre los elementos de un sistema humano se da a través de la comunicación oral o escrita, en cualquiera de las formas que asuma en un sistema de señales, convenciones y actitudes. Es definida como toda transmisión de un mensaje entre individuos, sistemas y organismos, utilizando para ellos los elementos que tienen en común.


Naturaleza y Evolución de la comunicación Humana



  • La comunicación es el fundamento de toda la vida social. Si se suprime en un grupo social todo el intercambio de signos orales o escritos, el grupo como tal dejará de existir. Desde el nacimie
    Comunicación no verbal: el principio de la analogía hace referencia a la experiencia interna, supone imágenes no verbales, movimientos corporales, reacciones espontáneas. Consta de movimientos que son continuos y que a menudo no tiene inicio o final concreto; está gobernado por principios y reglas dictadas por las necesidades biológicas o por el orden natural de las cosas. Se basa en analogías auto-evidentes, procura un lenguaje internacional, intercultural, interracial e interespecífico. Supone control y postura corporal, movimientos de las extremidades, secreciones de las glándulas. Permite la redundancia, posee atractivo emocional, es utilizada en la expresión de sentimientos íntimos, describe los fenómenos interpersonales y se comprende fácilmente.

    Comunicación verbal: el principio digital son los números o letras que se asignan arbitrariamente a los acontecimientos. Las codificaciones digitales son arbitrarias y discontinuas, poseen un comienzo y un final concreto. La comunicación verbal permite manejar tanto el pasado como el presente o el futuro. Facilita el almacenamiento y disposición de la información. La comunicación verbal se divide en: expresiva, que abarca la palabra y la escritura; y receptiva que consiste en leer y escuchar. El lenguaje es el instrumento de comunicación más importante que posee el hombre; piensa más por símbolos, que por imágenes.nto hasta su muerte, el individuo establecerá intercambios. Se trata de una actividad compartida: necesariamente pone en contacto a dos o más personas.


  • El proceso comunicacional del hombre responde a su desarrollo como especie, lo que implica un recorrido histórico que parte de la organización de la acción, como primer elemento de comunicación humana. Luego, aparece el lenguaje y con un lapso de miles de años, la escritura, inicialmente la cuneiforme de los sumerios en el valle se Mesopotamia.

Desarrollo de la Comunicación en el Individuo





  • 0 – 5 años: el niño pasa de unos estímulos auditivos externos, levemente intensos que producen reacciones de defensa (llantos, gritos), a movimientos expresivos afirmativos. Se transforman de un reactor sensorial en un organismo social.


  • 6 – 10 años: con el avance del proceso de socialización, el infante inicia el proceso de lecto –escritura en la escuela, que sólo se consolida plenamente dos décadas después, acorde con el desarrollo de las estructuras neurológicas pertinentes. Representa la transición de la comunicación interpersonal a la comunicación extrafamiliar.


  • 12 – 20 años: la comunicación intergrupal alcanza su máxima expresión. Se reasume la comunicación interpersonal, pero no con los padres sino con el sexo opuesto o el mismo sexo, siendo, en este caso, más frecuente entre personas de mayor edad.


  • 20 – 40 años: debe asimilar nuevos procedimientos comunicacionales; el ingreso laboral o la definición ocupacional supone establecer contactos e intercambios con personas de edad, estatus, intereses, diferentes a los que ha frecuentado hasta el momento. Sólo al convertirse en progenitor y entender los sistemas de comunicación con los hijos, alcanza la madurez comunicativa.


  • 40 – 50 años: ya no hay preocupación por adquirir información, sino por el uso de la comunicación para consolidar sus posiciones de control y toma de decisiones, en relación con otras personas.


  • 60 – 70 años: buscan la protección de la estimulación, de la fatiga y el cansancio excesivo. El lenguaje de los nuevos sistemas de simbolización está limitado, la utilización de los sistemas previamente aprendidos se halla en su cumbre y los que se encuentran equipados con adecuadas capacidades comunicativas pueden disfrutar de próximas relaciones interpersonales.

Teoría de la comunicación humana y procesos familiares


-La Teoría General de Sistemas estudia las interrelaciones existentes entre los componentes de un sistema y entre los sistemas y el suprasistema.

-La Teoría de la Comunicación es otra dimensión fundamental de la Teoría Sistémica Familiar; resalta la complejidad de la comunicación humana: las personas constantemente envían y reciben una multiplicidad de mensajes, através de canales verbales y no verbales.

-La comunicación resulta ser un componente esencial de la relación, como la relación lo es de la comunicación.

-La importancia que reviste el doble vínculo en los procesos socio-familiares, radica en la presencia reiterativa de mensajes doble-vinculares en las relaciones cotidianas, que adquieren connotación terapéutica en el momento en que perturben el sistema comunicacional de la familia.


Tipos de Comunicación


Comunicación no verbal: el principio de la analogía hace referencia a la experiencia interna, supone imágenes no verbales, movimientos corporales, reacciones espontáneas. Consta de movimientos que son continuos y que a menudo no tiene inicio o final concreto; está gobernado por principios y reglas dictadas por las necesidades biológicas o por el orden natural de las cosas. Se basa en analogías auto-evidentes, procura un lenguaje internacional, intercultural, interracial e interespecífico. Supone control y postura corporal, movimientos de las extremidades, secreciones de las glándulas. Permite la redundancia, posee atractivo emocional, es utilizada en la expresión de sentimientos íntimos, describe los fenómenos interpersonales y se comprende fácilmente.

Comunicación verbal: el principio digital son los números o letras que se asignan arbitrariamente a los acontecimientos. Las codificaciones digitales son arbitrarias y discontinuas, poseen un comienzo y un final concreto. La comunicación verbal permite manejar tanto el pasado como el presente o el futuro. Facilita el almacenamiento y disposición de la información. La comunicación verbal se divide en: expresiva, que abarca la palabra y la escritura; y receptiva que consiste en leer y escuchar. El lenguaje es el instrumento de comunicación más importante que posee el hombre; piensa más por símbolos, que por imágenes.



Perturbaciones en la Comunicación


Dificultades de la semántica o sentido de las palabras: el significado tiene que ser tan exacto como sea necesario, debe evitar ambigüedad, adaptándose al nivel de comprensión de la persona a quien se dirige.

Según la percepción: es la reacción de un sujeto ante un estímulo exterior. La percepción establece la relación del individuo con un hecho, al cual le otorga un significado individual dependiendo de sus valores y personalidad.

Las transferencias: en tanto el comunicando transfiere al actual comunicador sentimientos de anteriores personas de referencia.

Proyecciones de los sentimientos propios en el otro: el supuesto de que éste siente exactamente igual que uno mismo.

Factores emocionales: el temor o la inseguridad; de manera real o irreal, el individuo se siente amenazado por el receptor de la comunicación y le produce reacciones no verbales de ansiedad.

Factores técnicos o ambientales: medios de comunicación perturbados o insuficientes; elementos climáticos o locativos inadecuados.

Diferentes motivos: diversidad en las predisposiciones, experiencias e intereses de los interlocutores de la comunicación.


Modelos de comunicación en los sistemas familiares


Aplacador o conciliador: cuyo objetivo es lograr que la otra persona no se enoje. Quien utiliza este patrón de comunicación trata de agradar, disculpándose sin disentir jamás, no importa de lo que se trate; es el hombre del sí. Habla como si no pudiera nada por sí mismo y busca siempre la aprobación de alguien.

Culpador o recriminador: cuyo fin es culpar a otra persona para que crea que se es fuerte… un dictador, un amo. Actúa como un ser superior. Su actitud predominante es de tirano, rebaja a todo y a todos, siente que lo toman en cuenta sólo si le obedecen.

Distractor o impertinente: es ignorada la amenaza comportándose como si no existiera, haciendo y diciendo cosas que no corresponden a la ocasión. La persona desconoce el tema sobre el que se habla, lo que dice y hace resulta extemporáneo con respecto a lo que cualquier otra persona diga o haga.

Superrazonador o computador: se intelectualiza y superrazona acerca del mensaje, enfrentando la amenaza como si fuera inofensiva y, a la vez, estableciendo el propio valor a través del uso de palabras altisonantes o rebuscadas. Quien usa este patrón es muy correcto y razonable, no manifiesta ningún sentimiento, es calmado, sereno y tranquilo.

Comunicación abierta, fluida, asertiva, retroalimentada: los mensajes son congruentes; no existe el sentimiento de amenaza a la autoestima y si lo hay se comunica; tiende a suavizar las rupturas, disminuir los desacuerdos, no atacar a las personas, pero tampoco deja pasar comportamientos con los que no se está de acuerdo. Los mensajes son sencillos y directos, totales más que parciales y honestos.


Principios sistémicos de la familia


-Dentro del marco familiar, cualquier conducta tiene para los otros miembros de la familia un mensaje, y ya que es imposible no tener conductas, se hace claro que es imposible no comunicarse al interior del sistema familiar.

-En la comunicación humana, la relación es establecida en tanto el aspecto referencial (contenido) transmite los datos de la comunicación y el conativo (relación) cómo hay que entender dicha comunicación.

-Toda serie de mensajes tiene una puntuación determinada; es decir, la comunicación intrafamiliar, debe introducir algún tipo de puntuación, darle un inicio y un final. Característica importante, pues organiza la conducta de los participantes y es, por lo tanto, vital para el funcionamiento general del sistema.

-En la simetría, a la conducta agresiva del padre corresponde el hijo con actitudes de mayor agresión; y en la complementariedad, a mayor agresión del padre corresponde el hijo con menor agresión.


Axiomas


Es imposible no comunicarse: toda conducta en una situación de interacción tiene un valor de mensaje; es decir, es comunicación. Actividad o inactividad, palabras o silencio, tienen siempre valor de mensaje. En este sentido, la comunicación no sólo tiene lugar cuando es intencional, consciente o eficaz, esto es, cuando se logra un entendimiento mutuo: el mensaje emitido puede ser o no ser igual al mensaje recibido.

Toda comunicación tiene un aspecto de contenido y un aspecto relacional. Una comunicación no sólo transmite información, aspecto referencial, sino que al mismo tiempo impone conductas, aspecto conativo o connotativo.

La naturaleza de una relación depende de la puntuación de secuencias de comunicación entre los comunicantes. En una secuencia prolongada de intercambio, los organismos participantes puntúan la secuencia de modo que uno de ellos o el otro tienen iniciativa, predominio, dependencia, etc.

Todo mensaje tiene componentes digitálicos y analógicos: estas formas de comunicación son importantes en las concepciones científicas contemporáneas y en el funcionamiento psicológico humano.

La comunicación intrafamiliar puede ser simétrica o complementaria: son relaciones basadas en la igualdad o en la diferencia. En el primer caso, los participantes tienden a igualar especialmente su conducta recíproca, y así su interacción puede considerarse simétrica. En el segundo caso, la conducta de uno de los participantes complementa la del otro.


EL ESTUDIO DE LA FAMILIA



Consideraciones Generales de la Familia


La familia es la matriz de la identidad y del desarrollo psicosocial de sus miembros, y en este sentido debe acomodarse a la sociedad y garantizar la continuidad de la cultura a la que corresponde. Es también, el grupo primario por excelencia, diferenciándose de los demás grupos por su evolución bio-social en una cultura particular y por su división en dos generaciones y en dos sexos.

La familia como unidad humana responde a dos funciones básicas:

La protección psico-social de sus miembros: engendra nuevas personas y responde por el desarrollo integral de todos los miembros.
La inserción del individuo en la cultura y su transmisión, lo que se conoce como socialización.

Tipologías Familiares

Familia nuclear: conformada por dos generaciones, padres e hijos; unidos por lazos de consanguinidad conviven bajo el mismo techo y por consiguiente desarrollan sentimientos más profundos de afecto, intimidad e identificación. Es dinámica en su composición, evolucionando con los vaivenes de su ciclo vital y con los cambios socio-culturales que la determinan.

Familia extensa o conjunta: está integrada por una pareja con o sin hijos y por otros miembros como sus parientes consanguíneos ascendentes, descendientes y/o colaterales; recoge varias generaciones que comparten vivienda y funciones. También denominada familia tri-generacional.

Familia ampliada: permite la presencia de miembros no consanguíneos o convivientes afines, tales como vecinos, colegas, paisanos, compadres, ahijados. Comparten vivienda y funciones en forma temporal o permanente. Se caracteriza por mantener estrechos lazos de solidaridad y apoyo mutuo.

Familia simultánea o reconstituida: está integrada por una pareja donde uno de ellos ó ambos, vienen de tener otras parejas y de haber disuelto su vínculo marital. En la nueva familia es frecuente que los hijos sean de diferentes padres o madres. Por lo general, la segunda unión y las siguientes son de hecho. También denominada familia padrastral y madrastral, dependiendo de si es el hombre o la mujer quien entra a cumplir funciones parentales con los hijos de la nueva pareja.

Familias con un solo progenitor o monoparental: ocurre cuando en los casos de separación, abandono, divorcio, muerte o ausencia por motivos forzosos de uno de los padres, el otro se hace cargo de los hijos y conviven.

Familias homosexuales: supone una relación estable entre dos personas del mismo sexo. Los hijos llegan por intercambios heterosexuales de uno o ambos miembros de la pareja, por adopción y/o procreación asistida.



Formas de Convivencia diferentes a la familia

Díadas conyugales o pareja: dos personas que por opción o imposibilidad orgánica no cumplen procesos procreativos y deciden convivir sin hijos. Se les ha llamado parejas con status procreativo diferido.

Estructura unipersonal u hogar unipersonal: corresponde a personas solas que no comparten la vivienda. Surge por opción o necesidad, lo que no excluye el desarrollo de relaciones erótico-afectivas o de pareja y filiales.

Hogar o unidad doméstica:
es una estrategia de sobrevivencia donde las personas están unidas voluntariamente para aumentar el número de perceptores económicos y lograr economías de escala. Pueden o no incluir vínculos sentimentales, de autoridad, de solidaridad o poder; lo imprescindible es la relación económica.

Familia de origen: constituida por la familia nuclear (padres biológicos o sustituidos y hermanos). Pese a los procesos de composición y recomposición y al aislamiento geográfico y/o funcional, la familia de origen siempre será la misma.

Teoría General de los sistemas:

Paradigma clásico y modelo sintético

Paradigma clásico: sus antecedentes se remontan a la cosmogonía aristotélica que, con su principio de “el todo es más que la suma de las partes”, recoge el principio sistémico por excelencia: la totalidad.

Descartes y posteriormente Newton y Kant, introducen los elementos básicos del paradigma clásico del conocimiento, caracterizado por ser reduccionista y mecanicista, donde todos los fenómenos se pueden reducir a sus partes más simples, con una causalidad de tipo lineal; a una causa siempre va a corresponder un efecto.

Modelo sintético: en 1937, Ludwig Von Bertalanffy presenta los elementos de la Teoría General de Sistemas, desde la perspectiva de la biología: sustituye el término organismo por entidad organizada que comprende grupos sociales, personalidad, dispositivos tecnológicos, etc.

-En las ciencias sociales, se destaca el aporte del sociólogo Talcott Parsons, que considera la sociedad como un sistema cuya supervivencia o trasformación depende de un determinado número de condiciones.

-La Teoría General de Sistemas se plantea como la posibilidad de iniciar un lenguaje idéntico en las ciencias, permitiendo establecer un marco de referencia conceptual común para las diversas disciplinas.

-En su esencia el nuevo paradigma del conocimiento propone una conceptualización sistémica, para comprender y manejar interdisciplinaria e integradamente la complejidad de la realidad social.

-Se caracteriza por ser sintético; estar fundamentado en la doctrina expansionista; tener un enfoque teológico; un método de trabajo de tipo interdisciplinario que integra y unifica; dar una explicación probabilista de los fenómenos, en relación con el medio ambiente; afrontar problemas importantes, complejos y en concebir a la ciencia como interdisciplinaria, total y compleja.

Implica tres aspectos:

-Ciencia de los sistemas: teoría y exploración científica de sistemas de diversas ciencias.
Tecnología de los sistemas: aplicación de teoría y conceptos sistémicos a problemas sociales, económicos, ecológicos.
Filosofía de sistemas: reorientación del pensamiento y concepción del mundo.

-El paradigma sistémico es una concepción de universalismo, una vía o espacio para la unificación de la ciencia.

-Es aplicable en cualquier campo científico y permite una visión dialéctica del mundo, bajo la premisa de las relaciones de los fenómenos y de la totalidad.

Es relevante en las ciencias sociales como fuente de la terapia familiar y de operacionalización en la psicología, la sociología, la antropología, el trabajo social, la administración, la economía, entre otras.

Desde el punto de vista teórico-metodológico, la perspectiva sistémica capacita al trabajador social para efectuar una gestión que genere acciones de cambio, con la construcción de significados e historias distintas para leer la realidad.


Principios básicos de los sistemas

Totalidad:
incluye el concepto de complejidad organizada; interacción dinámica de muchas variables que ocurren en el sistema. El sentido de “el todo es más que la suma de las partes” reside en que las características constitutivas no son explicables a partir de las características de las partes aisladas.

Equilibrio estable o uniforme: el sistema tomado en conjunto y considerando sus componentes, permanece estable o constante. Homeostasis se refiere a la tendencia de cualquier sistema a mantener la constancia o estabilidad.

Equifinalidad:
todo sistema puede alcanzar las metas previstas, fijadas según los objetivos, desde diferentes puntos de partida y por diferentes caminos.

Retroalimentación: puede entenderse como un proceso por el cual el sistema regula sus respuestas a los estímulos del exterior.

Mecanización progresiva: es la transición de una totalidad indiferenciada a una función superior, posible por la especialización y división del trabajo. Da lugar a una segregación en sistemas parciales e implica un aumento de la complejidad del sistema.

Centralización: da cuenta del principio de centralización progresiva y se expresa en la evolución, dependiente del tiempo, de una parte conductora, una combinación de los esquemas.

Orden jerárquico: implica la noción de límites, aquella región que separa un sistema de otro cuya función es filtrar o seleccionar la energía que entra y sale del sistema.


Sistema: es un todo que es más que la suma de sus partes, un conjunto de elementos que se relacionan entre ellos y con el medio. Es un conjunto de elementos que están interrelacionados por diversos canales de comunicación y de control para alcanzar objetivos claramente identificables.
Subsistema: es un sistema que es parte integrante de otro sistema; cumple un objetivo propio, pero en función de la finalidad del sistema al que pertenece.

Suprasistema: es un conjunto de sistemas cuya interacción y objetivos definen un nuevo sistema o sistema mayor; rebasa y envuelve en sí otros sistemas. El sistema mayor por excelencia es la sociedad.

Estructura de un sistema: está definida por la manera en la cual los elementos de un sistema están interconectados. En un sistema humano la interacción de sus elementos se da a través de la comunicación. La estructura de relaciones de un sistema social se mantiene unida y se manifiesta a través de los procesos de los sistemas sociales.


Principios sistémicos de la familia


SISTEMAS
Según su estructura


Simples: tienen pocos elementos e interrelaciones; son posibles de describir fácilmente.
Complejos: no son fáciles de describir dada la cantidad de elementos e interrelaciones, pero con pericia y tiempo es posible hacerlo.
Excesivamente complejos: son imposibles de describir en su totalidad por no conocerse todos sus elementos e interrelaciones.

Según su funcionamiento


Determinista: se puede predecir el funcionamiento.
Probabilista: es imposible predecir el funcionamiento.

Según sus objetivos

Abiertos: cuando los objetivos se establecen en función de los sistemas jerárquicamente superiores. Hay un intercambio de funciones con el ambiente.
Cerrados: autónomos en sus objetivos. No existe intercambio con el medio ambiente.





ETICA DEL AMOR
El conocimiento y el Lenguaje

-Las reflexiones epistemológicas surgen de plantearse la pregunta ¿cómo es que conocemos? Los seres humanos somos lo que somos en el serlo, es decir, somos humanos en el lenguaje, y al serlo, lo somos haciendo reflexiones sobre lo que nos sucede. Si no estamos en el lenguaje no hay reflexión, no hay discurso, no decimos nada, simplemente somos sin serlo hasta que reflexionamos sobre el ser.
-Las reflexiones biológicas se presentan cuando nos preguntamos acerca de algo que está por fuera del lenguaje, algo biológico como por ejemplo la digestión o el lenguaje. Comemos y la digestión se hace. La digestión surge al distinguirla al igual que el lenguaje. En estas circunstancias hay dos actitudes posibles frente al conocer: o aceptamos nuestra capacidad de conocer como una condición dada, o se pregunta cómo es que conocemos.

El explicar y la experiencia


-En nuestra descripción de lo que nos sucede juntamos el explicar con la experiencia que queremos explicar.
-Si separamos la explicación de la experiencia que quiero explicar, surgen dos situaciones: en una se desestima la pregunta que pide explicar el origen de las propiedades del observador; en la otra se aceptan.
-Explicar es siempre proponer una reformulación de la experiencia por explicar en una forma que resulta aceptable para el observador.
-El que escucha es el que constituye a una reformulación de la experiencia como explicación al aceptarla como tal.
-Ninguna proposición explicativa es una explicación en sí; la explicación la constituye la aceptación del observador, y el observador a su vez, aceptará o rechazará de manera inconsciente.

La objetividad entre y sin paréntesis

Objetividad sin paréntesis: camino que afirma explícita o implícitamente nuestras capacidades cognoscitivas como constitutivas de nuestro ser.
Escuchar una respuesta explicativa cuando uno no asume la pregunta por el origen de las habilidades del observador, equivale a escuchar esperando oír una referencia a una realidad independiente de uno, para aceptar como explicación la reformulación presentada como respuesta a una pregunta que pide explicación. Actuamos como si lo que decimos fuese válido en función de su referencia a algo que es independiente de nosotros. Operamos aceptando que existe una realidad trascendente que valida nuestro conocer y explicar, y que la universalidad del conocimiento se funda en tal objetividad.
Objetividad entre paréntesis: conciencia de no poder distinguir entre ilusión y percepción en el proceso de explicar. No se puede pretender tener la capacidad de hacer referencia a una realidad independiente de uno y hacerse cargo de ello en el intento de entender lo que pasa con los fenómenos del conocimiento, del lenguaje y sociales, no usando referencia alguna a una realidad independiente del observador para validar mi explicación. Al aceptar la pregunta por el origen de nuestra capacidad de observar, la biología adquiere presencia. Depende de nosotros el aceptar o no una cierta reformulación de la experiencia por explicar como explicación de ella, según un criterio de aceptación que nosotros tenemos en nuestro escuchar y por lo tanto, que la validez de las explicaciones que aceptamos se configura en nuestra aceptación y no de manera independiente de ella.


Objetividad y Relaciones Humanas

Cuando uno está en el camino explicativo de la objetividad sin paréntesis las relaciones humanas no ocurren en la aceptación mutua. El que no está con uno, está en contra. En la negación del otro se es siempre irresponsable, pues es la “realidad” la que lo niega, no nosotros.
En el camino explicativo de la objetividad entre paréntesis nadie está intrínsicamente equivocado por operar en un dominio de realidad distinto del que yo prefiero. Toda negación del otro, en este camino, es una negación responsable, pues ésta no se puede justificar con referencia a una realidad o verdad trascendente, sino que sólo se puede justificar desde las preferencias del que niega.

Racionalidad y Emociones


-Todos los sistemas racionales se fundan en premisas fundamentales aceptadas a priori. Si la biología se altera, se altera el razonar; más aún, si cambiamos de dominio emocional, cambia nuestro razonar.
-La aceptación a priori de las premisas que constituyen un dominio racional pertenece al dominio de la emoción y no al dominio de la razón.
Cuando nos encontramos en una conversación supuestamente racional, se producen dos tipos de discrepancias que se diferencian por las clases de emociones que surgen en ellas. Estas son:
-discrepancias lógicas, que surgen cuando uno de los participantes en la conversación comete un error en la aplicación de las coherencias operacionales que definen al dominio racional en que ésta se da.
discrepancias ideológicas, que surgen cuando los participantes en la conversación arguyen desde distintos dominios racionales como si estuviesen en el mismo.
-Todo sistema racional se constituye como un constructo coherente a partir de la aplicación recurrente y recursiva de premisas fundamentales en el dominio operacional que esas premisas especifican, y de acuerdo a las regularidades operacionales que ellas implican.
Todo sistema racional tiene un fundamento emocional.

Corporalidad

-En el camino explicativo de la objetividad sin paréntesis, nuestro cuerpo nos aparece como un instrumento de expresión de esa propiedad y también como una limitación en la expresión de ella. Éste nos impone limitaciones en al expresión de nuestro ser racional trascendente.
-En el camino de la objetividad entre paréntesis, nuestra corporalidad nos constituye y no nos limita, sino que posibilita. Nos damos cuenta de que es a través de nuestra realización como seres vivos, que somos seres conscientes que existen en el lenguaje.
-En el camino explicativo de la objetividad sin paréntesis, existe una realidad objetiva que aceptamos poder señalar, y que usamos como referencia para validar nuestro explicar. Cualquier afirmación no validada en referencia a la realidad objetiva es un error o una ilusión, porque trata como real algo falso.En el camino explicativo de la objetividad entre paréntesis, la indistinguibilidad experiencial entre ilusión y percepción es una condición constitutiva del observador, no una limitación o falla de su operar. Por esto, al aceptar esta condición como una condición constitutiva, nos damos cuenta de que hay múltiples dominios de realidad, cada uno constituido como un dominio explicativo definido como dominio particular de coherentes experienciales.

Lenguaje y acción

-El símbolo no es primario y para operar con símbolos necesitamos estar ya en lenguaje.
-El lenguaje se constituye cuando se incorpora al vivir, como modo de vivir, cuando las coordinaciones conductuales son consensuales.
-Toda interacción implica un encuentro estructural entre los que interactúan, y todo encuentro estructural resulta en el desencadenamiento de un cambio estructural entre los participantes del encuentro.
-El aprender tiene que ver con los cambios estructurales que ocurren en nosotros de manera contingente a la historia de nuestras interacciones.
-Organismo y medio se asignan mutuamente cambios estructurales bajo los cuales permanecen recíprocamente congruentes, de modo que cada uno se desliza en el encuentro con el otro siguiendo las dimensiones en que conservan organización y adaptación.
-Somos como somos en congruencia con nuestro medio y que nuestro medio es como es en congruencia con nosotros, y cuando esta congruencia se pierde, no somos.
-Nada externo a nosotros puede especificar lo que nos pasa. Cada vez que hay un encuentro, lo que nos pasa depende de nosotros.
-Cuando estamos en interacciones recurrentes en la convivencia, cambiamos de manera congruente con nuestra circunstancia, con el medio y en un sentido estricto nada es azaroso.
-Nada de lo que hacemos o pensamos es trivial ni irrelevante, porque todo lo que hacemos tiene consecuencias en el dominio de cambios estructurales a que pertenecemos.

Emociones e interacciones humanas: EL AMOR


-Para que haya historia de interacciones recurrentes tiene que haber una emoción que constituya las conductas que resultan de éstas.
Hay dos emociones prelenguaje que hacen eso posible. Estas son el rechazo y el amor.
-El rechazo constituye el espacio de conductas que niegan al otro como legítimo otro en la convivencia.
-El amor constituye el espacio de conductas que aceptan al otro como legítimo otro en la convivencia.
-El rechazo constituye un espacio de interacciones recurrentes que culmina en la separación.
-El amor constituye un espacio de interacciones recurrentes que se amplía y puede estabilizarse como tal.
-El amor constituye un espacio de interacciones recurrentes en el que se abre un espacio de convivencia donde pueden darse las coordinaciones conductuales de coordinaciones conductuales consensuales que constituyen el lenguaje de funda lo humano, y es por esto que el amor es la emoción fundamental en la historia del linaje homínido al que pertenecemos.
-El amor es un fenómeno biológico tan básico y cotidiano en lo humano, que frecuentemente lo negamos culturalmente creando límites en la legitimidad de la convivencia en función de otras emociones.
-En la medida en que distintas emociones constituyen dominios de acciones diferentes, habrá distintas clases de relaciones humanas según la emoción que las sustente, y habrá que mirar a las emociones para distinguir los distintos tipos de relaciones humanas, ya que éstas las definen.

Relaciones sociales y no sociales
-Las relaciones de trabajo no son relaciones sociales porque ellas se fundan en el compromiso de cumplir con una tarea, y en ellas, el cumplimiento de la tarea es lo único que importa.
-Las relaciones humanas que no se fundan en la aceptación del otro como un legítimo otro en la convivencia, no son relaciones sociales.
-Las relaciones jerárquicas no son relaciones sociales, pues se fundan en la negación mutua implícita, en la exigencia de obediencia y entrega de poder que traen consigo.
-Sin acciones de aceptación mutua no somos sociales. En el marco de las relaciones sociales no caben los sistemas legales, porque las relaciones humanas se dan en la aceptación mutua y por lo tanto, en el respeto mutuo.

Ética

-La preocupación ética como preocupación por las consecuencias que nuestras acciones tienen sobre el otro, es un fenómeno que tiene que ver con la aceptación del otro y pertenece al dominio del amor.
-La ética no tiene un fundamento racional sino emocional.
-Hay que crear sistemas legales que definan las relaciones entre sistemas humanos distintos desde la configuración de un pensar social capaz de abarcar a todos los seres humanos.
-No hay un buen entendimiento del fenómeno de convivencia y de la historia de los fenómenos políticos, si uno no entiende la naturaleza de lo social y lo ético en el ámbito de su fundación emocional.
ORIENTACION FAMILIAR


Concepto de orientación familiar


  • Conjunto de técnicas, métodos, recursos y elementos encaminados a fortalecer las capacidades evidentes y latentes que tienen como objetivo el refuerzo de los vínculos que unen a los miembros de un sistema familiar

  • Posibilita el alcance de los objetivos de la familia como agente o institución educativa.

  • Es un proceso continuo y debe llevar a la estimulación del crecimiento del sistema familiar como totalidad.

  • Fortalecimiento de capacidades.

  • Refuerzo de vínculos que unen a los miembros.

  • Refuerzo de vínculos que permiten establecer nexos entre los diversos subsistemas (parental, conyugal, fraternal).

  • Trabajar para la estimulación del progreso del contexto familiar como tejido en el que se configura el comportamiento humano maduro.

Niveles de la orientación familiar
Es necesario delimitar los distintos niveles de la orientación familiar, con el fin de que ningún área del comportamiento individual quede fuera del influjo del contexto familiar como factor potenciador de las capacidades existentes en cada miembro y en la confluencia de todos como unidad y totalidad.

Los tres niveles pueden afrontar situaciones relacionadas con la estructura, la dinámica funcional o el desarrollo del sistema familiar como grupo humano.

Los tres niveles tienden a conseguir el establecimiento de criterios que hagan posible la conquista de la cohesión, la estabilidad y el progreso de la familia y sus miembros.

1. Nivel educativo de la O.F:

- Situación que responde a los esquemas de lo que es la evolución normal del crecimiento progresivo de un miembro del S.F y del S.F como tal.

- Orientación entendida en el sentido de iluminar la situación a la luz de los criterios de normalidad de cada ciclo vital del crecimiento, ya sea de un miembro del S.F o del S.F total.

2. Nivel de asesoramiento de la O.F:

- Situación que corresponde a exigencias que presentan características o matices que la hacen peculiar.

- Orientación en sentido de asesoramiento específico, ya que no son suficientemente válidos los criterios generales del primer nivel.

3. Nivel terapéutico de la O.F:
Situación que obliga a utilizar procedimientos más complejos ante lo <> del S.F.
- Orientación mediante el uso de técnicas de reestructuración del S.F: mecanismos, interacciones, cambios, nuevas comunicaciones e instrumentos específicos.


Contenidos y técnicas de la orientación familiar



  • El contenido fundamental de la O.F se centra en la ayuda técnica que hay que ofrecer al sistema como vivo y dinámico, en la que el equilibrio haga viable el progreso de todos los elementos personales del sistema.


  • Lo que se trata de diagnosticar desde un enfoque sistémico no es la conducta o la estructura de cada miembro del S.F, sino el contexto del mismo, las relaciones, las interacciones y comunicaciones que explican el sentido de aquello que parece disfuncional.


  • La formación del orientador familiar debe abarcar el aprendizaje de las técnicas apropiadas.


  • El orientador debe tener una formación teórica como práctica. Debe manejar conceptos básicos, escuelas y autores, teorías explicativas, metodología y epistemología de los conceptos, etc. También requiere de adecuadas estrategias, intervenciones, modelos de actuación, técnicas, instrumentos de diagnóstico, etc.


  • Técnicas que conducen al diagnóstico del contexto familiar: FES, cuestionarios A-TF y S-TF, (A)ntes de iniciar el proceso de terapia y orientación familiar / y la actitud (S)istémica de los miembros del sistema hacia la terapia y orientación familiar.



LA ACTITUD EMPÁTÍCA

Después de los recursos del ayudado, primer factor terapéu­tico, lo más importante no son los conocimientos o las habilida­des del ayudante, sino sus actitudes. Más aún, serán las mismas actitudes las que le lleven a poner sus conocimientos y sus ha­bilidades o destrezas al servicio de las verdaderas necesidades del ayudado. La reflexión sobre las actitudes del ayudante, pues, tiene una especial importancia para los que pretenden ejercer el arte de la relación de ayuda, porque son éstas, más que los co­nocimientos técnicos o habilidades, los factores que promueven el cambio terapéutico en la relación con la persona en crisis.

Concepto de empatía
Para que un diálogo, un encuentro entre personas, una inte­racción, sea de ayuda se requiere, en primer lugar, que en él se dé comprensión. Comprensión no sólo como capacidad de cap­tar el significado de la experiencia ajena, sino también como capacidad de devolver este significado a quien lo vive para que él sienta que realmente está siendo comprendido.
La actitud que permite captar el mundo de referencia de otra persona es la empatía. El término empatía tiene su correlativo en inglés «empathy», traducción del término alemán «einfüh­lung», realizada por Titchener. Etimológicamente su significado lo expresa así Repetto: «Podemos afirmar que, etimológicamen­te, a diferencia de la simpatía, que es sentir con, cosentir, la em­patía es sentir-en, sentir-desde dentro... Requiere una introduc­ción, pero una introducción que no anula jamás la distancia, que no sea una disolución del yo personal en el ajeno, o a la inversa, del yo ajeno en el personal»1.
Carkhuff considera la empatía como la capacidad de perci­bir correctamente lo que experimenta otra persona y comunicar esta percepción en un lenguaje acomodado a los sentimientos de ésta. Con un nivel alto de esta actitud, el ayudante expresa clara y explícitamente los sentimientos que el ayudado experimenta de una manera difusa o patente, y con un nivel bajo el ayudante comprende muy poco o prescinde de lo que el ayudado vive y comunica.
La empatía es, pues, una actitud, una disposición interior de la persona que se despliega en habilidades concretas (de modo especial la escucha activa y la respuesta comprensiva). Como actitud, como disposición interior es la fundamental para poder hacer un camino significativo y eficaz con una persona a la que se quiere ayudar. Más que reducirse a una técnica de respuesta, responde a la pregunta sobre lo que hay en el interior del ayu­dante y de ello depende en buena parte la efectividad de la em­patía como condición terapéutica.
El significado, pues, de la actitud empática es la disposición de una persona de ponerse en la situación existencial de otra, comprender su estado emocional, tomar conciencia íntima de sus sentimientos, meterse en su experiencia y asumir su situación. Esto es empatía. Más que sentir lo mismo que el otro (simpatía), se trata de recepción y comprensión de los estados emotivos. Es como un sexto sentido, una forma de penetrar en el corazón del otro. Es ponerse a sí mismo entre paréntesis momentáneamente, es caminar con los zapatos del otro durante un trozo de camino2.
Es la actitud lo que cuenta. Se trata, en el fondo, de trans­mitir comprensión además de comprender. No basta, simple­mente, con que creamos que hemos comprendido a la otra per­sona. Hay que esforzarse por hacerla ver que la hemos com­prendido. No parece exagerado decir que aquí reside la clave de por qué muchas de nuestras relaciones humanas no acaban de resultar satisfactorias. Sin comunicación no hay verdadera com­prensión, porque comprender indica ser capaz de pasearse por el mundo intelectual y afectivo del interlocutor como si uno es­tuviese en su propia casa, y nuestro interlocutor es el único ca­paz de decirnos si realmente le comprendemos o no.
La empatía es la posibilidad de asimilar la persona del otro, de penetrar en su afectividad, de sentir con él (no lo mismo que él). La empatía es diferente de la simple «simpatía», que nace de la atracción recíproca. La empatía, en principio, es un movi­miento unilateral hacia el otro; no siempre es recíproco, pero invita a la reciprocidad. Y, sobre todo, es fruto de una disposi­ción interior que tiene que ver con los valores del ayudante, más que de una atracción sensible. La empatía lleva a la com­prensión; pero a una comprensión que no es una inteligencia abstracta de los problemas, sino un conocimiento íntimo y con­creto de las personas nacido del verdadero interés y de la inteli­gencia. No es tampoco un conocimiento empírico y superficial. Es un conocimiento que va más allá de las apariencias y de las manifestaciones de la conducta del otro, más allá de las causas inmediatas, hasta llegar a percibir y captar sus afectos profundos y sus necesidades, aunque no por ello alcance siempre a discernir con claridad las motivaciones profundas.
Se trata, pues, «de una percepción particularmente fina y sensible de las manifestaciones del otro. Se trata, además, de un esfuerzo intenso por sintonizar con el otro: ¿Qué significan para él sus manifestaciones?, ¿qué siente el otro?, ¿qué dicen tales manifestaciones sobre su mismidad?, ¿cuál es su “mensaje pro­fundo”? Se trata de una percepción sensible, empátíca, sin pre­juicios, sin juicios de valor, exacta, del mundo interior del otro»3.
Carl Rogers dice: «Pienso que una de mis mejores maneras de aprender —pero también una de las más difíciles— consiste en abandonar mis propias actitudes de defensa, al menos tem­poralmente, y tratar de comprender lo que la experiencia de la otra persona significa para ella»4.

Fases de la empatía5
Algunos autores, aun a riesgo de sobrepasar las licencias pedagógicas, hablan de «fases de la empatía». Difícilmente se puede atribuir el término «fases» a una actitud en el sentido en que aquí se presenta, pero parece que su descripción resulta útil para comprender el verdadero significado de esta disposición interior. Por eso conviene indicar, con Casera6, que la actitud empática es un proceso que se puede presentar con las siguien­tes fases:
1.- Fase de la identificación. El ayudante penetra en el cam­po del otro. La experiencia que el otro está viviendo —y sufrien­do— no deja su espíritu indiferente; más bien lo acapara, lo conmueve y lo envuelve. No hace nada para defenderse contra esta irrupción de sentimientos ajenos en su sólida esfera perso­nal. Incluso llega a proyectarse en el otro, a «identificarse con él», como si se dijese a sí mismo: verdaderamente también yo, si fuera él y estuviera en sus circunstancias, sentiría las mismas reacciones, obraría de la misma manera. En el fondo es la fase que mejor describe el arte de «meterse en el pellejo del otro» identificándose con su persona y con su situación. Naturalmen­te, tal identificación, aunque profunda e intensa, es temporal y actitudinal.
2.- Fase de la incorporación y repercusión. Es un paso más. El otro se describe, en general, superficialmente, pero de­lata y revela impulsos secretos. También nosotros interiormente estamos hechos así y cuanto el otro dice nos repercute interna­mente. Es la experiencia del «también yo» (incorporación). Es algo más que la identificación con la experiencia ajena. Mirán­dome a mí mismo, en el fondo, también a mí me pertenecen elementos semejantes de la experiencia que pretendo compren­der, por más lejana que pudiera parecerme a primera vista.
Además, si me autoobservo en la relación, los impulsos del otro despiertan inconscientemente en mí impulsos correspon­dientes o un conjunto de sentimientos: «no sé qué decir», expe­rimento ansiedad, «vibro con él». Prácticamente la observación del otro se hace observación de uno mismo. Esto permite ser dueño del propio mundo emotivo cuando se hace el esfuerzo de captar el ajeno.
3.- Fase de la separación. Llega el momento de retirarse de la implicación en el plano de los sentimientos y de recurrir al método de la razón, interrumpiendo deliberadamente el proceso de introyección y restableciendo la distancia social y psíquica con serenidad y entereza, evitando posibles sentimientos de cul­pa al verse a sí mismo bien en relación con quien está en una si­tuación de sufrimiento. Sin esta fase de separación existen gra­ves riesgos de quemarse y vivir el síndrome del «burn-out». No hay empatía si no se da separación. Más bien se produciría sim­patía o identificación emocional, y empatía significa «penetración en el mundo de los sentimientos ajenos permaneciendo uno mismo»7.
La empatía, por tanto, se centra en lo que el ayudado vive, en lo que realmente comunica con su lenguaje verbal y no verbal, en la experiencia personal del ayudado, lo cual supone ir más allá de lo que el ayudado dice y no entrar excesivamente en el terreno de la interpretación (lo que el ayudado parece «revelar»). Supone hacer un esfuerzo por identificar hechos y sen­timientos y hacer una especial atención a los sentimientos, que es el modo más personal de vivir la propia situación, el propio problema.

Efectos de la empatía sobre el ayudado
La empatía, en las relaciones habituales, es el segundo polo de la buena comunicación porque permite comprender de mane­ra ajustada, precisa, el mensaje que el otro comunica, siendo el primero la autenticidad, porque permite transmitir mensajes rea­les. En las relaciones habituales se funciona con la autenticidad y la empatía bidireccionalmente. En cambio, en la relación de ayuda, la empatía es unidireccional, es decir, el ayudante deja de lado su mundo interior y se centra en el mundo del otro co­municándole comprensión, se pone a sí mismo entre paréntesis.
Algunos presentan la ventaja de haber pasado por una situa­ción semejante a la del ayudado para comprenderle. Sin embar­go, si bien esto puede ser así, es necesario que el ayudante pon­ga su experiencia entre paréntesis y evite todo tipo de proyec­ción. En otras palabras, el «te comprendo perfectamente porque a mí me ha pasado lo mismo», puede ser una expresión vacía. La actitud del ayudante sería: «te comprendo porque veo las co­sas desde tu punto de vista y mi experiencia —semejante a la tuya— me permite —sin proyectar— hacerme cargo de lo que tú manifiestas que significa ahora esto para ti.
Según Tausch y Tausch8, los beneficios de esta actitud se­rían los siguientes:
a.- Suscita sentimientos y experiencias relevantes
b.- Estimula la autoexploración
c.- Favorece la autoconfrontación
d.- Transforma constructivamente a los interlocutores
Por su parte, Dietrich9 habla de los siguientes beneficios de la empatía:
a.- Favorece el dinamismo psíquico y el desarrollo construc­tivo de la personalidad
b.- Intensifica el diálogo crítico con sus propias vivencias
c.- Alivia la carga afectiva al exteriorizarla
d.- Favorece la aceptación de sí mismo
e.- Despoja de las apariencias y las máscaras
En otras palabras, cuando una persona se siente comprendi­da de manera correcta y sensible, desarrolla un conjunto de ac­titudes promotoras de crecimiento o terapéuticas en relación a sí misma.
Rogers y Rosenberg, hablando de los efectos de la empatía sobre el ayudado dicen:
«Podemos afirmar que cuando una persona se siente comprendi­da de manera correcta y sensible, desarrolla un conjunto de acti­tudes promotoras de crecimiento o terapéuticas en relación a sí misma. Me explicaré. 1) La característica no estimativa y acep­tadora del clima empático capacita al cliente para asumir una ac­titud de estimación e interés por sí mismo. 2) Ser oído por una persona comprensiva le hace posible ofrse a sí misma de modo más correcto, con mayor empatía en relación a sus vivencias vis­cerales, a sus significados, los cuales percibe sólo vagamente. Pero, 3) la mayor autocomprensión y autoestima le muestran nuevos aspectos de la experiencia, que pasan a formar parte de un «sí mismo» y sus vivencias. Se vuelve así más aceptadora e interesada, más empática y comprensiva, más real y congruente en sus actitudes en relación a sí misma. Estos tres elementos son exactamente aquellos que tanto la experiencia como la investi­gación señalan como actitudes de un terapeuta eficiente. Así pues, quizá no exageramos al afirmar que el hecho de ser empá­ticamente comprendido por otra persona capacita al individuo para convertirse en un facilitador más eficiente de su crecimien­to, un terapeuta de sí mismo más eficiente»10.
La comprensión que resulta cuando la otra persona se en­cuentra apesadumbrada, confusa, perturbada, ansiosa, alienada, aterrorizada, excluida, así como cuando tiene dudas de su pro­pia valía, o incertidumbre respecto de su identidad, la solidari­dad afable y sensible que se produce como resultado de la acti­tud empática, proporcionan luz y curación.

Dificultades de la empatía11
Ser empáticos significa, ante todo, meterse en el mundo subjetivo del otro, participando en su experiencia como si fuese la nuestra y, en segundo lugar, transmitir al interlocutor la certeza de que ha sido comprendido. Se trata de una actitud exigen­te, que llega a ser espontánea sólo mediante el adiestramiento.
Existen numerosas dificultades para desarrollar la actitud empática en las propias relaciones y en las de ayuda. Algunas de ellas, en estrecha relación con las fases de las que hemos ha­blado, son las siguientes:
1. La empatía exige la capacidad de «meterse en el punto de vista del otro», poniendo entre paréntesis, aunque sólo sea tem­poralmente, las propias opiniones, creencias, gustos… Para al­canzar este objetivo es necesaria una disciplina, un sentido del límite y respeto de la diversidad. Esta disposición va contra la inclinación más natural que consiste en tender a tranquilizar, a dar consejos, a proponer soluciones inmediatas, fruto del influ­jo del eficientismo en la.comunicación interpersonal. Es más fácil juzgar e interpretar que comunicar comprensión entrando en el mundo personal y único del ayudado. Y es fácil que los agentes pongan en práctica diversas maniobras para impedir el encuentro con el mundo emotivo del ayudado: la prisa, el recur­so a la técnica, la reducción de la atención sólo a la enfermedad o al problema que el otro tiene o al mero acto de la asistencia física o de la intervención social, etc. Todo ello puede conver­tirse, en ocasiones, en modos de defenderse de la implicación emotiva.
2. Otra dificultad de la empatía es que si realmente el ayu­dante se mete en el mundo interior del ayudado, su propia per­sona queda afectada, se encuentra con la propia vulnerabili­dad. El mayor desafío de la empatía lo constituye el hecho de que hace vulnerables a los que la practican y susceptibles de verse heridos por la vivencia del interlocutor. El ayudante es un potencial necesitado de ayuda que puede descubrir su condición en el contacto con el sufrimiento del otro o bien ha sido ayuda­do en otros momentos y quizás no haya curado bien sus propias heridas, por lo que se «despiertan» en el contacto con la vulne­rabilidad del ayudado y aparece la necesidad de usar «másca­ras» de protección en la relación.
3. Una dificultad más para poner en práctica la relación em­pática consiste en no conseguir calibrar bien el grado de impli­cación emotiva, de modo que, del comprender al otro como si fuera el otro, se pasa a la simpatía, es decir, a la identificación emocional, a hacer propios los sentimientos del ayudado y ex­perimentar lo mismo que él. En el fondo es una dificultad que consiste en no saber vivir bien la separación emotiva o no saber mantener la distancia afectiva que permite una mayor objetivi­dad. Si esta dificultad es vivida intensamente, es fácil caer en el síndrome del «burn-out».




ESCUCHA ACTIVA

Uno de los principios más importantes y difíciles de todo el proceso comunicativo es el saber escuchar. La falta de comunicación que se sufre hoy día se debe en gran parte a que no se sabe escuchar a los demás. Se está más tiempo pendiente de las propias emisiones, y en esta necesidad propia de comunicar se pierde la esencia de la comunicación, es decir, poner en común, compartir con los demás. Existe la creencia errónea de que se escucha de forma automática, pero no es así. Escuchar requiere un esfuerzo superior al que se hace al hablar y también del que se ejerce al escuchar sin interpretar lo que se oye. Pero, ¿qué es realmente la escucha activa?.
La escucha activa significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla. ¿Cuál es la diferencia entre el oír y el escuchar?. Existen grandes diferencias. El oír es simplemente percibir vibraciones de sonido. Mientras que escuchar es entender, comprender o dar sentido a lo que se oye. La escucha efectiva tiene que ser necesariamente activa por encima de lo pasivo. La escucha activa se refiere a la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo. Para llegar a entender a alguien se precisa asimismo cierta empatía, es decir, saber ponerse en el lugar de la otra persona.
Elementos que facilitan la escucha activa:
- Disposición psicológica: prepararse interiormente para escuchar. Observar al otro: identificar el contenido de lo que dice, los objetivos y los sentimientos.
- Expresar al otro que le escuchas con comunicación verbal (ya veo, umm, uh, etc.) y no verbal (contacto visual, gestos, inclinación del cuerpo, etc.).
Elementos a evitar en la escucha activa:
- No distraernos, porque distraerse es fácil en determinados momentos. La curva de la atención se inicia en un punto muy alto, disminuye a medida que el mensaje continua y vuelve a ascender hacia el final del mensaje, Hay que tratar de combatir esta tendencia haciendo un esfuerzo especial hacia la mitad del mensaje con objeto de que nuestra atención no decaiga.
- No interrumpir al que habla.
- No juzgar.
- No ofrecer ayuda o soluciones prematuras.
- No rechazar lo que el otro esté sintiendo, por ejemplo: “no te preocupes, eso no es nada”.
- No contar “tu historia” cuando el otro necesita hablarte.
- No contraargumentar. Por ejemplo: el otro dice “me siento mal” y tú respondes “y yo también”.
- Evitar el “síndrome del experto”: ya tienes las respuestas al problema de la otra persona, antes incluso de que te haya contado la mitad.